Incontinencia urinaria en el caballo jinetes y amazonas: síntomas y causas

Si alguna vez has tenido que orinar varias veces antes de entrar en la arena en un espectáculo, si has tenido que desmontar a tu caballo en medio de una lección para ir al baño, o si has sentido una fuga "ahí abajo" mientras apretabas la cincha de tu caballo hinchado y lleno de aire (que de alguna manera quiere colaborar), puede que esta entrada del blog te interese. 

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Significa que una persona orina cuando no quiere. El control del esfínter urinario se pierde o se debilita. La incontinencia urinaria es más común entre las mujeres que entre los hombres y aún más común entre los caballos jinetes y amazonas debido a la vulnerabilidad de la zona íntima (está continuamente expuesta a roces, impactos y sudor). Se calcula que el 30% de las mujeres de entre 30 y 60 años, frente al 1,5%-5% de los hombres.


La intensidad varía desde perder orina ocasionalmente al toser, estornudar, apretar la cincha del caballo o realizar un esfuerzo físico específico como el trote sentado, hasta tener unas ganas tan repentinas y fuertes de orinar que no se puede llegar al baño a tiempo. Aunque ocurre con más frecuencia a medida que las personas envejecen, la incontinencia urinaria NO ES una consecuencia inevitable de la edad y puede estar causada por muchas otras razones que explicaremos más adelante.

Si la incontinencia urinaria afecta a sus actividades cotidianas, no dude en consultar a su médico. Unos sencillos cambios en el estilo de vida o un tratamiento médico pueden aliviar las molestias o poner fin a la incontinencia urinaria en la mayoría de las personas.

Tipos de incontinencia urinaria:

Incontinencia de esfuerzo: La orina se escapa cuando se ejerce presión sobre la vejiga al toser, estornudar, reír, apretar la cincha del caballo o levantar unos pesados cubos o pacas de heno.

Incontinencia de urgencia: Tiene una necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina. Es posible que tenga que orinar con frecuencia, incluso durante la noche. La incontinencia de urgencia puede deberse a una afección leve, como una infección, o a una enfermedad más grave, como un trastorno neurológico o la diabetes.

Incontinencia por rebosamiento: El goteo de orina es frecuente o constante porque la vejiga no se vacía. 

Incontinencia funcional: Un deterioro físico o mental le impide llegar a tiempo al cuarto de baño. Por ejemplo, si padeces artritis grave, puede que no seas capaz de desabrocharte los pantalones con la suficiente rapidez.

Incontinencia mixta: Tienes más de un tipo de incontinencia urinaria.

 

Causas

La incontinencia urinaria no es una enfermedad, sino un síntoma. Puede estar causada por determinados hábitos cotidianos, enfermedades subyacentes o problemas físicos. Una evaluación exhaustiva por parte de su médico puede ayudar a determinar cuál es la causa de su incontinencia.

Incontinencia urinaria temporal

Ciertos alimentos, bebidas y medicamentos pueden actuar como diuréticos (estimulan la vejiga y aumentan el volumen de orina). Algunos de ellos son Alcohol. cafeína, aedulcorantes artificiales, fos alimentos ricos en especias, azúcares o ácidos, especialmente los cítricos.

Medicamentos para la tensión arterial y el corazón, sedantes y relajantes musculares, así como las dosis de vitamina C

La incontinencia urinaria también puede estar causada por afecciones fácilmente tratables, por ejemplo:

Infección urinaria: Las infecciones pueden irritar la vejiga, provocar fuertes ganas de orinar y, en ocasiones, incontinencia.

Más información... 12 cosas que debes saber para que las infecciones urinarias no arruinen tus planes ecuestres

Estreñimiento: El recto está situado cerca de la vejiga y comparte muchos nervios. Las heces duras y compactadas en el recto hacen que estos nervios se activen en exceso y aumenten la frecuencia urinaria.

Un suelo pélvico debilitado: El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Su función es sujetar los órganos pélvicos (vejiga y uretra entre otros)

Más información en... El suelo pélvico: cómo protegerlo durante la práctica de la equitación

Incontinencia urinaria persistente

La incontinencia urinaria también puede ser un trastorno persistente causado por problemas físicos o cambios de fondo, por ejemplo:

Embarazo: los cambios hormonales y el aumento de peso del feto pueden provocar incontinencia de esfuerzo.

Parto: El parto vaginal puede debilitar los músculos necesarios para controlar la vejiga y dañar los nervios y el tejido de sostén, bajando el suelo pélvico (prolapso). El prolapso puede empujar la vejiga, el útero, el recto o el intestino delgado hacia abajo de su posición habitual, haciendo que se introduzcan en la vagina. Estos bultos pueden asociarse a incontinencia.

Cambios debidos a la edad: El envejecimiento del músculo de la vejiga puede disminuir la capacidad de almacenar orina. Además, las contracciones involuntarias de la vejiga se hacen más frecuentes con los años.

Menopausia: Después de la menopausia, las mujeres producen menos estrógenos, una hormona que ayuda a mantener sano el revestimiento de la vejiga y la uretra. El deterioro de estos tejidos puede agravar la incontinencia.

Histerectomía: En las mujeres, la vejiga y el útero están sostenidos por muchos músculos y ligamentos que comparten. Cualquier intervención quirúrgica que afecte al aparato reproductor femenino, por ejemplo la extirpación del útero, puede dañar los músculos de sostén del suelo pélvico y provocar incontinencia.

Agrandamiento de la próstata: Especialmente en los hombres mayores, la incontinencia suele deberse al agrandamiento de la próstata, una afección conocida como "hiperplasia prostática benigna."

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Cáncer de próstata: En los hombres, la incontinencia de esfuerzo o de urgencia puede estar asociada a un cáncer de próstata no tratado. Pero lo más frecuente es que la incontinencia sea un efecto secundario de los tratamientos del cáncer de próstata.

Obstrucción: Un tumor en cualquier parte del tracto urinario puede obstruir el flujo normal de orina y provocar incontinencia por rebosamiento. Los cálculos urinarios (bultos duros parecidos a piedras que se forman en la vejiga) pueden provocar a veces pérdidas de orina.

Trastornos neurológicos: La esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, un derrame cerebral, un tumor cerebral o una lesión de la médula espinal pueden interferir con las señales nerviosas implicadas en el control de la vejiga y provocar incontinencia urinaria.

 

 Descargo de responsabilidad: Tenga en cuenta que la información contenida en este documento es de carácter general. No pretende ni puede sustituir a una consulta médica.

 

 

 

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